Buena noticia lo es sin duda la participación que ha tenido Coahuila en lo que a generación de empleos formales se refiere en el periodo del año pasado. No obstante un panorama nacional complicado para la creación de fuentes de trabajo formal, las zonas metropolitanas de Torreón y Saltillo destacaron como polos clave de dinamismo económico en México. En conjunto, ambas regiones, la Sureste y La Laguna, particularmente cinco de los 38 municipios de Coahuila, aportaron el 9% de los empleos formales generados a nivel nacional en 2024, según el presidente del Centro de Estudios Económicos del Comercio y los Servicios (CEECS) con sede en la capital del estado, Jorge Dávila Flores.
El especialista explicó que, aunque el año pasado se registraron apenas 213 mil 993 nuevos empleos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), cifras que reflejan un crecimiento limitado en todo el país, Coahuila mostró avances importantes en sectores productivos estratégicos gracias a su competitividad y capacidad de atraer inversiones.
El adverbio utilizado por Dávila Flores de apenas, por el número de empleos nuevos surge de que el año pasado reportó la peor cifra en más de quince años, excluyendo el 2020, año de la pandemia.
En este contexto lamentable en el panorama nacional, las áreas metropolitanas de Saltillo y Torreón jugaron un papel destacado, al generar, respectivamente, 10 mil 449 y 8 mil 50 nuevos empleos registrados formalmente.
Lo anterior permitió a ambas zonas consolidar cifras históricas de trabajadores asegurados en el IMSS, con un total de 351 mil 138 en Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga, y 243 mil 442 en Torreón y Matamoros. La Región Sureste, integrada por los municipios de Saltillo, Ramos Arizpe y Arteaga, el crecimiento del empleo se atribuye al desempeño de sectores como la manufactura, la industria automotriz y los servicios. Durante el año, se crearon 10 mil 449 puestos de trabajo que contribuyeron a que la cifra total de trabajadores asegurados alcanzara un histórico de 351 mil 138. En tanto, La Laguna de Coahuila, particularmente Torreón, los resultados también fueron positivos. Torreón registró 7 mil 850 nuevos empleos, lo que permitió cerrar el año con un total de 232 mil 179 personas formalmente empleadas. En Matamoros, aunque las cifras fueron más modestas, se lograron 200 nuevos empleos, consolidando una cifra final de 11 mil 263 asegurados ante el IMSS. Este crecimiento se vio impulsado principalmente por los sectores agrícolas, industriales y de servicios.
Lo más relevante del desempeño de estas regiones es que, aunque representan menos del 2% de la población mexicana, su aportación al total de empleos generados en el país alcanzó el 9%, lo que refleja su capacidad para mantener un ritmo superior de crecimiento en comparación con otras entidades.
Esta última comparación no deja de sorprender. Aun cuando el año pasado uno hubiera sido tan malo en un renglón importantísimo en la economía como la creación de trabajos formales, si se toma el promedio de todo el sexenio de Andrés Manuel López Obrador que fue de alrededor de 360 mil ( en el 2020 se perdieron 646 mil fuentes de trabajo y un año después se registró una cifra positiva de 847 mil, ambas producto del fenómeno del Covid) estás dos regiones hubieran alcanzado el 5%.
Evidentemente algo se está haciendo bien en la comunidad coahuilense para tener estos resultados. El gobierno proporcionando seguridad, que aunque debería ser la primera obligación del Estado Mexicano brindarla, claramente no lo es así en extensas regiones de México, como sí pasa en Coahuila. La política de fomento a la inversión privada es otro factor para obtener cifras muy por arriba del promedio nacional.
Es obligación de todos los coahuilenses seguir por el mismo camino si se anhela alcanzar una cierta prosperidad sostenida.