¿Qué es y cómo funciona el decluttering, el método para ser una persona más ordenada?

Si no puedes deshacerte de los objetos que ya no necesitas y únicamente los vas acumulando en todos tus espacios, el decluttering podría ser la técnica ideal que te ayude con el desorden, ¿pero en qué consiste y cómo puedes aplicarlo en tu vida? 

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¿Qué es el decluttering?

Dejar de lado el desorden físico y mental se ha convertido en un camino hacia el bienestar gracias al decluttering, un movimiento popularizado por expertos como Marie Kondo.

Este concepto, que se traduce literalmente como “deshacerse del desorden”, va más allá de la simple limpieza y se presenta como un proceso de depuración profunda.

El decluttering implica eliminar el desorden y deshacerse de los objetos que ya no se necesitan, para quedarse únicamente con aquello que aporta valor, utilidad y bienestar a la vida.

Este método no solo facilita que la casa esté ordenada, sino que también ayuda a desprendernos del apego a lo material, eliminando el ruido mental y conectando con lo esencial. 

El proceso es descrito como un pacto de depuración en el que se dice adiós a lo que ya no sirve para hacer espacio a lo nuevo, un concepto que se puede extender a las creencias limitantes y el estrés interior.

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¿Cómo empezar a aplicar el decluttering?

Para convertir este proceso en un viaje íntimo de reconexión, se recomienda seguir una guía práctica que comienza por el bienestar emocional.

Antes de ordenar la casa, es crucial ordenar la mente. Hay que tomarse un tiempo para respirar y establecer una intención clara, como: “Hoy elijo despejar mi espacio para estar mejor”.

En el plano práctico, se debe elegir una habitación y usar la técnica más efectiva del decluttering:

Prepara cuatro cajas o montones para clasificar los objetos. Las categorías son tirar (roto o caducado), donar o vender (lo que sirve a otros), guardar (valor sentimental o uso ocasional) y lo que se queda (lo que realmente se usa y aporta bienestar).

Empieza con tus espacios personales, como el armario. Se aconseja sacar toda la ropa, tocarla una a una y quedarse solo con aquella que hace feliz, cómoda, real y presente, despidiéndose de viejas versiones y de tallas o regalos del pasado.

Tampoco te olvides de la cocina. Es fundamental vaciar los estantes, revisar fechas y quedarse solo con lo que se usa para reconciliarse con el autocuidado y la alimentación consciente. Tu lugar de trabajo o estudio también debe estar limpio para evitar distracciones y drenaje de concentración.

La regla de las cuatro cajas se aplica al escritorio físico y al digital, limpiando archivos y reduciendo notificaciones, pues el desorden digital también ocupa espacio en la mente.

Recuerda que ordenar no es una carrera, sino una “declaración de amor propio”, por lo que siempre es importante celebrar cada pequeño avance.

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