Tenía el camino libre para competir por Miss Brasil, pero lo rechazó. [Especial]
A tan solo horas de que la edición de Miss Universe 2025 —una de las más comentadas y controversiales de la historia— llegue a su fin, recordamos una historia completamente opuesta a los vestidos llenos de brillo, el drama y el glamour de las pasarelas; sin embargo, esta también comenzó en una competencia por una corona. Nos referimos a la historia de Kamila Rodrigues, Cardoso, una joven modelo que obtuvo el título de Miss y renunció a él para convertirse en monja.
Kamila consiguió el título de Miss Continente Teen Sol Naciente en 2022, título con el que pudo haber participado en el certamen Miss Brasil y posteriormente en Miss Universe; pero la joven nacida en Patos de Minas declinó continuar con su búsqueda a la corona y optó por seguir un camino completamente distinto.
A los 21 años Kamila Rodrigues renunció a los certámenes de belleza y optó por seguir su fe convirtiéndose en monja y cambiando su nombre a Eva.

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La representante de Filipinas llega a la final como una de las candidatas más sólidas gracias a su trayectoria internacional, su historia personal y su desempeño impecable en las rondas preliminaresDe las pasarelas a la congregación: la historia de Kamila Rodrigues, la hermana Eva
En una entrevista con el programa brasileño The Noite, la hermana Eva compartió que aunque el modelaje le daba estabilidad emocional, pronto descubrió que el vacío que le había causado la muerte de su padre a temprana edad seguía ahí. “Pensé que había encontrado mi vocación, pero entendí que no me llenaba el corazón”, mencionó en aquella ocasión.
Actualmente la hermana Eva es novicia en la Congregación Sancta Dei Genitrix, dirigida por el sacerdote ortodoxo José Ribamar R. Dias.
A pesar de haber renunciado al modelaje, la hermana Eva no ha dejado la visibilidad pública por completo, sino que la ha redirigido. Su rostro es habitual en las redes sociales de la congregación en donde se comparten mensajes de fe y reflexiones; se promueven obras de caridad y vocación religiosa; y se recaudan fondos mediante la venta de artículos religiosos.
La historia de Kamila Rodrigues Cardoso, conocida hoy como hermana Eva se ha convertido en un poderoso recordatorio de que la vocación y la belleza pueden tomar caminos inesperados.

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