FOTO: Ramón Sotomayor
El maestro Ramón Shade volvió a ser bañado por las luces del Teatro Isauro Martínez (TIM). Volvió a subir al estrado, abrir la partitura y hacer que su batuta corte al aire.
Lo hizo tras más de cinco meses de ausencia, luego de que en junio pasado dejó su cargo como director artístico de la Camerata de Coahuila. Lo hizo en el homenaje que el Ayuntamiento de Torreón, a través del Instituto Municipal de Cultura y Educación (IMCE), le organizó ayer lunes dentro del Festival El Mitote Lagunero.
Ludwig van Beethoven y Johannes Brahms fueron los compositores que musicalizaron la noche. En punto de las 20:30 horas, Shade salió al escenario para dirigir a la Camerata de Coahuila como hasta hace poco tiempo. Él mismo seleccionó el programa para el concierto gratuito.
A diferencia de cómo solía acomodar a la orquesta, en esta ocasión dispuso la sección de violas al centro y la de cellos al flanco derecho.
La primera partitura en resonar fue la obertura Leonora III, la cual Beethoven escribió para su ópera Fidelio (1806).
Acto seguido y sin hacer intermedio, tocó el turno para la Sinfonía No. 2 en re mayor (1877), de Brahms. Sus cuatro movimientos decimonónicos fueron escuchados con atención por un público que llenó el Martínez.
Al finalizar el concierto, el maestro fue cobijado en aplausos. Fernando Ariel Martínez Mendoza, jefe de Gabinete del Municipio de Torreón, le entregó un reconocimiento en nombre del Ayuntamiento y el maestro dio unas palabras.
“Me voy contento. Nos veremos, nos seguiremos viendo en algunas ocasiones. Pero sobre todo, estamos trabajando para que estos músicos maravillosos estén aqui. Son parte de nuestra sociedad, son parte del entorno de Torreón. Muchas gracias, hasta pronto”.
HOMENAJE EN EL MITOTE
El arquitecto Antonio Méndez Vigatá, director del IMCE, compartió en entrevista que el homenaje a Ramón Shade significó un reconocimiento por su labor de 31 años al frente de Camerata de Coahuila. Así como a su trayectoria, pues también fue director titular de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Autónoma de Guadalajara (1983-1988), así como de la Orquesta Sinfónica de la Universidad Juárez del Estado de Durango.
“Ramón Shade se caracteriza por ser una persona que sigue rigurosamente las indicaciones que están en la partitura, las intenciones del autor tal como las plasmó en su partitura. Creo que esa es una de sus principales características. Y es un músico que tiene un repertorio muy amplio, que puede dirigir obras modernas, como lo fue el caso de lo que Resonancias cardenches (1994), de Manuel de Elías, o de las obras de Antonio Juan-Marcos. También es alguien que se ha interesado por la producción contemporánea de la música clásica en México”.
Nacido en Torreón, Coahuila. Inició sus estudios de piano con Ricardo Zermeño, de composición con Alfredo A. González y dirección con Manuel de Elías. Residió en Viena, Austria, de 1973 a 1981, donde estudió en la Hochschule für Musik und darstellende Kunst (hoy Universität für Musik). En 1980 se convirtió en el primer mexicano en obtener el diploma como Director de Orquesta en la citada escuela. Sólo Ramón Shade sabrá responder si este concierto indica la finalización de un ciclo o la iniciación de otro.
“Se está marcando que ya dejó de ser director de la Camerata, que la Camerata está ahora a manos de otra generación, de una generación nueva y creo que eso es algo que señalar de alguna manera”, finalizó Méndez Vigatá.
