
Reforma de 40 horas impactaría márgenes en el sector panadero de La Laguna
En el sector panificador se mantiene la preocupación ante el impacto económico que podría generar la implementación de la ley que reduce la jornada laboral a 40 horas, especialmente porque depende intensamente de la mano de obra, tanto en producción como en distribución.
Raúl Morell García, consejero de la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa), expresó que el principal activo de las panaderías son sus trabajadores, por lo que las inversiones del sector suelen destinarse a prestaciones, salarios y equipos de transporte. Sin embargo, reconoció que las recientes reformas laborales, como el aumento al salario mínimo y la nueva jornada de trabajo, han elevado significativamente los costos operativos.
“Nosotros queremos seguir cumpliendo con la ley, pero sí nos pega en las cuotas al Seguro Social, Infonavit, aguinaldos, vacaciones e indemnizaciones”, comentó.
Aunque aún no está decretada la reducción de la jornada, el gremio ya analiza cómo adaptarse sin afectar a su plantilla, especialmente en temporadas de alta demanda, donde las horas extras son esenciales para mantener el nivel de producción sin recurrir a despidos temporales.
“Nos toca apechugar y estar preparados para lo que decidan los legisladores”, añadió.
En cuanto a los precios del pan y los insumos, Morell destacó que se mantienen estables, lo cual ha permitido conservar márgenes y evitar ajustes durante el año, aunque señaló que la situación podría revisarse en enero.
Respecto a la implementación de la Ley Silla, indicó que ya se aplica en funciones como la de las cajeras, pero que resulta más complejo para los panaderos debido a la dinámica de los procesos de fermentación, que exigen atención constante. Aun así, se están buscando mecanismos para mejorar las condiciones laborales y reducir las jornadas que históricamente han superado las 14 o 16 horas.
Reconoció que gracias a la tecnificación progresiva del sector y la incorporación de maquinaria, se ha logrado acortar los horarios de trabajo, promoviendo una mayor eficiencia y bienestar para el personal de la industria panificadora.