El inicio de año traerá consigo un panorama complejo para la industria restaurantera en La Laguna. El incremento al salario mínimo y la entrada en vigor de la llamada “Ley Silla” representan dos retos que, según la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), obligarán a los empresarios a realizar ajustes finos para mantener la estabilidad de sus negocios sin trasladar de inmediato los costos a los clientes.
Eduardo Nieto Mendoza, presidente de Canirac, explicó que el aumento salarial aprobado tendrá un impacto directo en la operación de los restaurantes, sumado al encarecimiento de insumos que tradicionalmente se registra a principios de año.
“Les pedimos a los afiliados que se vayan tranquilos, que costeen bien sus productos. Armamos ya un equipo dentro de Canirac que revisará los menús para que no se salgan del mercado y los precios no se vuelvan inaccesibles”, señaló.
Nieto Mendoza reconoció que los restauranteros deberán hacer “malabares” para absorber los incrementos sin afectar de inmediato el bolsillo de los consumidores.
“Al principio lo aguantamos tantito, no siempre vamos a subir el precio luego luego. Hay que esperar a que se nivelen los precios y entonces sí ajustar los menús”, comentó.
La estrategia busca evitar que los platillos se encarezcan de forma abrupta, lo que podría reducir la afluencia de clientes y afectar la competitividad de los negocios locales.
Otro de los temas que preocupa al sector es la aplicación de la “Ley Silla”, que obliga a los empleadores a garantizar espacios de descanso y mobiliario adecuado para los trabajadores. Nieto Mendoza explicó que la medida deberá cumplirse “tal cual”, aunque reconoció que el reto más grande será conseguir las sillas con las especificaciones requeridas.
“Estamos esperando que Canirac Nacional nos proporcione proveedores para poder cumplir con la norma y compartirlos con los afiliados”, dijo.
El presidente de Canirac Laguna detalló que la implementación será gradual y comenzará con los trabajadores de cocina, quienes enfrentan jornadas con picos de actividad y momentos de baja demanda que les permiten descansar. En el caso de los meseros, la aplicación es distinta: “Un mesero no puede estar sentado esperando al cliente. Lo que sí debe tener es un área y un horario para comer y descansar”, explicó. Las cajeras, en cambio, deberán contar con sillas adecuadas para desempeñar su labor.
La combinación de aumentos salariales, encarecimiento de insumos y nuevas obligaciones laborales coloca a la industria restaurantera en un escenario de ajustes delicados. Sin embargo, Canirac asegura que el objetivo es acompañar a los empresarios para que cumplan con la ley y mantengan precios accesibles para los consumidores.
Restauranteros enfrentan inicio de 2026 con aumentos salariales e implementación de la 'Ley Silla'