No sucedió en la época de la trilogía filosófica de la antigua Grecia, Sócrates, Platón y Aristóteles, ni fue sugerido por los sofistas de la época, fue siglos después en la Edad Media que a las monedas que circulaban se les conocían como el "espejo de los reyes" porque cada moneda se diseñaba con la imagen de los monarcas y esto significaba que su poder y recuerdo pasarían de generación en generación durante siglos. El tema del cambio en la revocación es Rara Avis en la política Mexicana una coyuntura que no es capaz de articular la solidez de resultados ni la Democracia, la propuesta no es simplemente un parlamento abierto, una discusión, o frenar su aprobación, se juega el futuro político de México. La Iniciativa propone remover la fecha a la Presidenta Claudia Sheinbaum para que coincida con las elecciones intermedias de 2027, la crítica de gran cantidad de sectores y de la oposición ha sido inmediata, desde luego que tiene más dudas que credibilidad. ¿Por lo económico o por el ahorro del gasto? No lo creo, están en juego 15 gubernaturas, 12 de ellas de Morena, y la totalidad de la Cámara de Diputados, ya no es necesario recurrir a lo expresado por Andrés Manuel López Obrador durante su sexenio y su defensa a la 4T. En relación al tema la Presidenta lo transcribe y defiende con gran fidelidad. ¿Cuál es la verdadera intención? Si el nombre de la Jefa de Estado aparecerá en las boletas, dicen los apologistas de la Propuesta que el Pueblo votó por una transformación auténtica, por una nueva forma de participación ciudadana en síntesis por la Cuarta República. Recordemos un poco de historia: la Primera en 1824, la de la Independencia, la segunda en 1857, de la Reforma, la tercera de 1917 como el gran logro de la Revolución Mexicana y la cuarta cuyo modelo poco a poco se impone por la fuerza y las mayorías en el Congreso.
En nuestras circunstancias mexicanas si de verdad el pueblo elige, ya es tiempo de analizar cada propuesta, de informarse y de entender el impacto de una elección como la que se realizará en 2027.
Hay tantos problemas sin resolver en el país, la violencia va en aumento vulnerando los Derechos Humanos, la corrupción y la impunidad son carta de presentación de una gran cantidad de funcionarios de la actual Administración.
La decisión de la Presidenta de apuntalar a los sexenios anteriores como responsables ya no tiene sustento, no existe el equilibrio de poderes y una gran cantidad de instituciones han desaparecido. Por lo que respecta a la próxima revisión del Tratado de Libre Comercio no hay todavía certeza de no ceder por el as bajo la manga del Presidente Trump
Lo sucedido en Michoacán, el surgimiento del movimiento del sombrero, sus protestas e inconformidad frente al asesinato de Carlos Manzo son una demostración de que el pueblo ya no estuvo dispuesto a soportar la violencia.
En México a lo largo del siglo XX se llevaron a cabo movimientos inusuales como el surgimiento del EZLN en el sexenio de Carlos Salinas, ni aún en ese tiempos se vivió tanta infamia como ahora con el crimen organizado, en los pueblos indígenas hubo diferencias que no permitían una mesa de diálogo. En el seno del EZLN parecieron existir momentos de descontrol, sus aspiraciones revolucionarias de liberación nacional y de la lucha por la reivindicación de Chiapas los obligó a trasladarse a la Ciudad de México, respuesta que le correspondió al Presidente Ernesto Zedillo proponer una estrategia para la pacificación.
El Intento del Gobierno actual de presentar un plan para la pacificación de Michoacán no es suficiente, hasta ahora se deduce como parte sobresaliente de una Política de Estado que tal vez tenga resultados en el largo plazo pero que habrá de requerir de un gran costo, de inclusión, de inteligencia y de proceder contra los involucrados. Nos ha quedado claro que el crimen organizado vive hoy su verdadero auge y que no será fácil terminar con ese auge en el tiempo que le resta al sexenio.
Desde hace unas dos décadas ya se venía ventilando en el país la necesidad de ir mucho más a fondo en el combate a la delincuencia, las voces que surgieron entonces ya reconocían la urgencia de explorar sus nexos y de ampliar en el ámbito del Estado estrategias de combate para desarticular sus componentes. El terrible flagelo se elevó en forma exponencial y todavía no sabemos qué más esperar.
En síntesis, de una amenaza se transita a otra, la de retrasar la fecha de revocación de mandato al 2027. El primer pensamiento surge de inmediato: ¿Ya estarán las condiciones favorables para no esperar acontecimientos de violencia? Es inconcebible reconocer que la inseguridad vulnera todos los esfuerzos posibles. Ya estamos en el umbral de las disyuntivas y cuyos efectos minimizan el anhelo del país que deseamos, en ninguna época los problemas políticos, económicos y sociales habían alcanzado tanta devastación, ya no son tiempos de distracciones, ni de errores. México es un gran país y los mexicanos merecemos disfrutarlo.