Cayó el telón de la temporada 2025 para Unión Laguna, el desenlace no resultó lo esperado, la derrota en el séptimo juego contra Charros de Jalisco enfrió a toda la Laguna, los comentarios en contra de directiva, cuerpo técnico y jugadores, no se hicieron esperar, con juicios viscerales, totalmente fuera de lugar, y que son producto de quienes aunque gusten del beisbol, no se pueden llamar aficionados. Es increíble que se pretenda responsabilizar a Thomas McIlraith de la eliminación, o que se vayan con todo sobre Jonathan Schoop, Didi Gregorius o Jonathan Villar. Señores la eliminación no se dio en el séptimo juego contra Charros, vino desde antes de iniciar la temporada.
Isan Díaz, Matt Foster y Demon Deus resultaron verdaderos refuerzos, pero se fueron por razones ajenas al club. Alfonso Rivas, Frank Schwindel, Darren Seferina, Josh Stowers, Rodrigo Benoit, Danis Correa, Brady Tedesco, Matt Tenuta, Tyler Wilson, Darien Núñez y Nick Bennett, nunca ofrecieron argumentos para mantenerse en la organización, la Liga Mexicana de Beisbol permitió hasta 20 no nacidos en México este 2025, pero Unión Laguna nunca aprovechó el reglamento, mientras que otros equipos sí lo hicieron; la falta de una planeación adecuada fue evidente, y los resultados poco a poco se dieron por la calidad del roster, pero se esfumaron en el momento más importante.
Unión Laguna debe someterse a una reestructura de arriba hacia abajo; el primer paso es meter las manos en el área deportiva, que prácticamente tiene bajo su responsabilidad la contratación de jugadores, las altas y bajas durante la temporada, con la obligación de estar siempre alertas para resolver alguna situación en el momento que se presente. Se sabía con tiempo que Braden Webb y Joe Van Meter no regresarían, pero no se trabajó en conseguir a sus suplentes, por lo que vino la necesidad de utilizar como abridores a Omar Araujo y Miguel Vázquez, para abrir un enorme hueco en el relevo largo e intermedio, lo cual costó bastantes derrotas.
El área deportiva cayó en el vicio de reciclar jugadores quefuerondadosdebajaporotrosequipos,cuando se acercaba el cierre de registros se esperó hasta el último momento para hacerajustes en el roster, y cuando vino la última ventana logró rescatarse a Drew Lugbauer, de Caliente de Durango, mientras que como agente libre llegó el relevo zurdo Dariel Núñez, de nula aportación a la causa. El tema de la selección de refuerzos arrojó un saldo muy negativo, y hoy lo mejor que se puede hacer para el futuro inmediato, es no caer en los mimos errores. En la Liga Mexicana del Pacífico hay diez equipos y a Unión Laguna, con muy contadas excepciones, sólo vienen refuerzos de Naranjeros.
Aún no se decide, o al menos no se informa, si José Offerman seguirá como manager del equipo; sea el dominicano o cualquier otro el elegido para manejar esta novena, se le deberá tomar en cuenta en la contratación de refuerzos, porque eso es lo correcto; nadie más que el piloto de la nave es quien debe elegir a sus refuerzos, porque él estará al frente del timón. Hace algunos ayeres así se manejaban los equipos de la LMB, con el manager como figura participativa en la selección de refuerzos. José Molina decía: “yo juego con lo que me dan, si quieren saber de refuerzos, hablen con Chiper”. El beisbol ha cambiado, pero hay cambios que lejos de ayudar lo perjudican notablemente.
Hay mucho trabajo de oficina por delante, y aunque falta mucho para el arranque de la temporada 2026, es necesario ya que en Unión Laguna se trabaje de cara al próximo torneo, en donde ahora hay una obligación más; llegar a la final de la Zona Norte y ganarla. Para 2026 el número de no nacidos en México bajará a 18 y desde ahora hay que definir quiénes serán los sacrificados, la lista es larga de quienes nada aportaron. Si en realidad se pretende trascender, es necesario “sacudir la mata”, llegar a la raíz del problema y no tratar de resolverlo con una aspirina. Guillermo Murra Marroquín tiene un sueño muy válido, si se le echa la mano será posible hacerlo realidad.
