Redacción. La autora se sumergió en el pasado para rememorar los viajes que hizo en su juventud.
Ayer a mediodía, Cristina Rivera Garza presentó su nuevo libro, Terrestre, ante más de un centenar de lectores en una librería ubicada en la colonia Roma, en Ciudad de México.
El libro, publicado por Random House, está conformado por un conjunto de textos que germinaron luego de que la autora se sumergiera en el pasado para rememorar los viajes que hizo en su juventud. Así, las páginas de este volumen siguen senderos terrestres dentro y fuera de México, en una época en que las carreteras nacionales no estaban bajo control del crimen organizado y en una edad en que, en palabras de la propia autora, se es "inmortal".
De este modo, el viaje se convierte no sólo en un tema, sino en un medio narrativo para retratar la libertad propia de la juventud, la amistad y la necesidad de habitar y apropiarse de los espacios, todo a través de una escritura que no teme desafiar las reglas decimonónicas de la literatura ni jugar con las nociones de tiempo y espacio.
COMUNIDAD
El título del libro, según explicó Rivera Garza en la presentación, proviene de la tensión que existe entre los pies que se sostienen sobre la tierra y que les permite enraizar sin impedirles continuar su camino, uno que inevitablemente lleva a formar conexiones humanas significativas, incluso si se trata de las interacciones efímeras que ocurren durante los viajes.
Esa consciencia de lcomunidad, ya sea las amistades longevas con las que se viaja o la gente que se conoce en el camino, es una de las características más destacables de Terrestre, y que se refleja incluso en el lenguaje y la narrativa del libro.
"La idea de que existe un personaje, muy del siglo XX, de manera canónica usualmente nos remite a una individualidad (una neoliberal, para darle más apellidos) donde escribir desde lo plural no viene con la noción de personaje. Tienes de alguna manera que subvertir el concepto mismo para que aquí quepan cuerpos, cuerpos que se están moviendo, y relaciones que van cambiando", señaló Rivera Garza.
"Aquí estamos viendo, al menos esa era mi intención, a estos personajes siempre en abrazo, siempre en conexión, lo cual no significa que estén en armonía, para nada. Sabemos que la cercanía implica disenso, conflicto, fricción, además de goce".
LIBERTAD
Con Terrestre podría decirse que Cristina Rivera Garza muestra una cara distinta sobre la experiencia de ser mujer en México que la que mostró en El invencible verano de Liliana, obra que le valió el Premio Pulitzer 2024 y que aborda su proceso al retomar, treinta años después del crimen, la investigación que se hizo del feminicidio de su hermana.
"Yo creo que es importante hablar de la violencia y hablar del feminicidio, porque, como sabemos, hay una impunidad reinante, incluso hasta el día de hoy; pero mal haríamos si no recordamos al mismo tiempo a la valentía, al goce, la alharaca, al disfrute de muchas de estas mujeres aguerridas, convencidas, que han participado y han formado parte de los múltiples momentos feministas que han sido centrales para la conversación pública en México y a lo largo de Latinoamérica", señaló, refiriéndose al hincapié que hace Terrestre en la vivencia de la libertad.
