
Roberto Gómez Bolaños ‘Chespirito’ y su cambio físico a lo largo de El Chavo del 8 | VIDEOS
El Chavo del 8 es una de las producciones televisivas más queridas y populares de México, llegando a cautivar no solo al público nacional, sino también a millones de personas en toda Hispanoamérica. Durante años fue transmitida por Televisa, consolidándose como un fenómeno que trascendió generaciones.
A lo largo de ocho temporadas y 290 episodios, los personajes fueron mostrando cambios significativos, tanto en sus historias como en su apariencia. El caso más evidente fue el del propio Chavo del 8, interpretado por Roberto Gómez Bolaños, quien encarnó al travieso niño de la vecindad durante 21 años, desde su debut en 1971 hasta sus últimas apariciones cerca de 1992.
¿Cuál fue la primera aparición del Chavo del 8?
Aunque muchos creen que El Chavo del 8 se estrenó el 20 de junio de 1971, ese día solo se transmitió un sketch en el programa Chespirito, donde un niño (interpretado por Chespirito, entonces de 42 años) discutía con un vendedor de globos.
No fue sino hasta 1972, con el episodio “El ropavejero”, que arrancó oficialmente El Chavo del 8. En este primer episodio oficial un vendedor de ropa usada llega a la vecindad para comprar cachivaches viejos. Ahí se consolidó el personaje, aunque con cambios notables respecto a su imagen icónica: el Chavo usaba pantalón azul claro y una camiseta amarilla a rayas, aún no aparecía su famoso barril y el llanto era distinto, un prolongado “¡ahhhhhhhhhh!” en vez del clásico “pi-pi-pi-pi…”. Chespirito lucía delgado, con un rostro menos marcado por el tiempo.
La última aparición de Chespirito y la madurez del personaje: (1980-1992)
Después del episodio “La lavadora” (1980), trama basada en que Doña Florinda adquiere una lavadora para no usar el lavadero común de la vecindad y El Chavo termina arruinándola, la serie dejó de emitirse como independiente y pasó a ser un segmento dentro del programa Chespirito, prolongándose hasta 1992. Es en este episodio que Chespirito interpretó al Chavo con 53 años, mostrándose con un cuerpo algo más ancho, movimientos menos ágiles y un rostro claramente más envejecido, con arrugas visibles.
El último sketch oficial del Chavo del 8 fue en 1992, titulado “Clases de inglés”, capítulo en que el Profesor Jirafales intenta enseñar inglés a los niños de la vecindad, pero todo termina en un enredo cómico, ahí, con 63 años, Chespirito lucía notablemente mayor: cabello más canoso, rostro con líneas de expresión profundas y movimientos pausados. Sin embargo, su carisma seguía intacto. Fue la última vez que aparecieron personajes como la Chilindrina, Popis, Godínez y el Profesor Jirafales antes del salto a la animación en 2006.
Un personaje que creció (y envejeció) con su creador
A lo largo de más de 21 años, el Chavo del 8 no solo mostró la evolución de un personaje entrañable, sino también el paso del tiempo en el propio Roberto Gómez Bolaños. De un actor delgado, enérgico y con rostro juvenil, pasó a un hombre mayor, que, pese a los años, nunca dejó de jugar con un barril, soñar con una torta de jamón y robarnos carcajadas.