La guerra entre Rusia y Ucrania finaliza este 2025 en una estira y afloje, con una propuesta de paz presentada por el gobierno de Donald Trump, que es el más reciente intento por poner fin a un conflicto que en febrero cumplirá cuatro años. Apenas en la semana, el mandatario ucraniano Volodimir Zelensky presentó el plan de paz elaborado por Kiev junto con Washington, al que el Kremlin no ha dado aún su visto bueno.
Pero Trump dijo que "Zelensky] no tiene nada hasta que yo lo apruebe. Así que veremos qué tiene". Se prevé que Trump reciba el domingo a Zelensky en su residencia privada de Mar-a-Lago, en Florida, donde el mandatario de EU pasa las vacaciones navideñas.
El regreso de Trump generó ruido, dada su promesa de ponerle fin a esta guerra en 24 horas. Han pasado 11 meses y nada. En las últimas semanas; sin embargo, Ucrania ha mostrado disposición a ceder y negociar en muchos más temas. El presidente ucraniano se mostró resignado a que su país no ingrese a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); también se mostró abierto a que se realicen elecciones presidenciales ucranianas, algo que hasta ahora había rechazado argumentando que el país está en estado de guerra y que bajo esas condiciones no es posible realizar comicios. El líder ucraniano, decidido a poner fin a los cuestionamientos de Trump, dijo que se buscaría modificar la legislación para permitir elecciones. Además, el mandatario ucraniano destacó que el plan actualizado prevé congelar el frente en las líneas actuales y abre la posibilidad de crear zonas desmilitarizadas. Decayó el pedido de que Ucrania se retire plenamente de la zona que controla en la región oriental de Donetsk, integrante del Donbás. También decayó la posibilidad de que el territorio ocupado por Moscú sea reconocido como ruso.
La relación Trump-Zelensky arrancó mal este año, con una reunión en la Casa Blanca donde hubo gritos, acusaciones por "falta de agradecimiento" contra el ucraniano y hasta por su forma de vestir.
Luego, en agosto, el presidente estadounidense se reunió a solas con Putin en Alaska. No hubo avances. El mandatario de EU ha pasado de decir que Ucrania no puede ganar la guerra a decir que sí es posible; de decir que Putin quiere la paz a decir que el líder ruso "dice una cosa y hace otra"; de exigir a Europa hacer más y presionar a Rusia a dejarla fuera de la mesa de negociaciones.
La constante ha sido el apoyo europeo a Zelensky. Los líderes del Viejo Continente saben que está en juego mucho más que la paz entre Rusia y Ucrania. "Somos el próximo objetivo de Rusia", afirmó recientemente el secretario general de la OTAN, el holandés Mark Rutte. Las razones del giro ucraniano son varias: Rusia ha seguido avanzando: controla alrededor de 90% de la región del Donbás y 75% de Kherson y Zaporiyia, además de una parte del territorio en las regiones colindantes de Kharkiv, Sumy, Dnipropetrovsk y Mikoláiv.
Sin el apoyo de EU, Kiev está más urgida que nunca de recursos para mantener su defensa. Según datos oficiales, los ucranianos requieren alrededor de 160 mil millones de dólares sólo entre 2026 y 2027.
Zelensky busca evitar entregar a Putin los territorios ocupados. Cualquier plan que involucre el retiro de tropas ucranianas para crear una zona desmilitarizada o una zona económica libre, deberá ser sometida a un referendo en Ucrania, explicó Zelensky. El plan prevé una administración conjunta estadounidense-ruso-ucraniana de la planta de Zaporiyia, pero Zelensky sostuvo que no quiere supervisión rusa de esa instalación. En los últimos puntos se menciona que Ucrania será admitida en cierto momento en la UE, pero ya antes recibirá acceso privilegiado al mercado único.
"Putin no está interesado en la paz", advirtió David J. Kramer, director ejecutivo del Instituto George W. Bush, en un artículo en el que señala que ese es el problema. Putin espera que el tiempo juegue a su favor, igual que la paciencia de Trump. El objetivo de Putin advierte Kramer, "es derrocar al gobierno democráticamente elegido de Ucrania, destruir la independencia, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, y dejar al país vulnerable a una nueva invasión. Cree que puede aguantar más que el apoyo occidental a Ucrania y está dispuesto a resistir todo el tiempo que sea necesario".