Luego de una larga sequía de diez años, lapso en el que perdieron su tremenda racha de temporadas consecutivas calificando a playoffs, los Diablos Rojos del México volvieron a colocarse en la cumbre del beisbol mexicano al lograr un bicampeonato con total autoridad.
Amos y señores del standing de la Zona Sur, y con tremendo paso en los playoffs, los Escarlata nuevamente se han colocado en el Olimpo de la pelota mexicana, una tarea que no es nada sencilla, de acuerdo a lo competitiva que es la LMB entre equipos que hacen cuantiosas inversiones y cada vez se hacen de peloteros de mayor calidad.
De la mano del inmortal del Salón de la Fama, Alfredo Harp Helú, y de su heredero en la pasión por el beisbol, Santiago Harp, los Diablos han retomado su lugar en el cetro del beisbol mexicano, en base a buenas inversiones e inteligentes movimientos, coronadas con una brutal “resurrección” del gusto de la afición que vive en la capital del país, que se ha volcado nuevamente al Rey de los Deportes. El monumental conocedor de beisbol, Juan Antonio García Villa, de quien me precio de compartir su amistad y compartir también tintas en este querido diario, muchas veces me platicó del triste panorama que era ir hace unos años al Foro Sol para ver algún juego de los Diablos, “éramos no más de 300 personas”, me confesó el lic, hoy la realidad es totalmente distinta, en un estadio moderno, que ofrece una experiencia diferente y que ha conquistado a los aficionados y también a quienes quizá no están tan “empapados” en el Deporte Rey, pero que han encontrado ahí, un lugar de diversión garantizada.
Santiago Harp es uno de los más notorios representantes de la “nueva oleada” de dueños del beisbol profesional mexicano, como Guillermo Murra Marroquín, a quien vaya una felicitación por su reciente cumpleaños, y otros tantos, mientras somos testigos del retiro de nombres tan ilustres como el ingeniero Pepe Maiz o Enrique Mazón, en la LMP. Aunque hay recurrentes quejas de que “la fiesta” o “el desmadre” hoy han sido colocados por encima del beisbol en los estadios, no necesariamente sucede, y un ejemplo son precisamente los Diablos, de excelentes asistencias, pero con todo y el relevo generacional también en las gradas, han sabido que la tradición y el respeto al juego son fundamentales.
Hoy, Diablos es un ejemplo de éxito en el terreno de juego y fuera de él, ejemplo que se debe replicar por el resto de las organizaciones, en la medida de lo posible, pues no todas pueden costear el salario de la constelación de estrellas encabezadas por Robinson Canó, o tampoco hacer cambios tan arriesgados como el que realizaron para adquirir a Allen Córdoba, que fue fundamental en la consecución del gallardete y ahora regresará a Charros. La disminución de 20 a 18 extranjeros en los rosters para el próximo año, deberá traer mayor paridad y los equipos que entiendan mejor sus verdaderos requerimientos, serán los que destacarán en 2026.
En la oficina del Unión Laguna ya deben estar moviéndose muchos nombres, algunos que saldrán, otros que estarán proyectados para llegar, con bastante tiempo para barajar las opciones y optar por movimientos inteligentes, más que mediáticos, pues esos son los que tienen mayores probabilidades de otorgar mejores resultados. Seguramente, pronto tendremos novedades en cuanto a movimientos, con el objetivo de fortalecer al equipo que ya ha logrado colocarse como un contendiente en la Zona Norte año tras año, ahora sus aficionados están esperando que se pueda dar el siguiente paso. Que tengan excelente fin de semana, y recuerden disfrutar la vida, hasta que caiga el out 27.