Se preparan municipios en la región lagunera para la coordinación en materia de vigilancia ambiental
Los municipios de la región lagunera afinan estrategias conjuntas para fortalecer la vigilancia y protección del medio ambiente. Marcelo Sánchez Adame, director de la dependencia en Torreón, anunció que está próxima a entrar en operación la Unidad de Vigilancia Ambiental, mecanismo que permitirá dar seguimiento puntual a las denuncias ciudadanas y garantizar la continuidad de las acciones de protección ecológica.
En paralelo, Lerdo proyecta la creación de una Policía Ambiental, que trabajará coordinadamente con Torreón y Gómez Palacio. El objetivo es que las tres ciudades sumen esfuerzos para atender problemáticas comunes como la contaminación del aire, el manejo de residuos y la defensa de áreas naturales.
Sánchez Adame subrayó que la colaboración intermunicipal será clave: “Somos La Laguna, que es Gómez Palacio, Torreón y Lerdo, y justamente les estamos asesorando para llevar a cabo esta unidad, que allá en Lerdo le llaman policía ambiental, y nosotros estamos colaborando como siempre”.
Recordó que la colaboración intermunicipal no es nueva. En años anteriores, las áreas ambientales de La Laguna han trabajado juntas en campañas de divulgación y educación ambiental, especialmente en torno a la protección del desierto chihuahuense, considerado uno de los ecosistemas más ricos en biodiversidad del norte de México. Estos antecedentes, dijo, son prueba de que la unión de esfuerzos genera resultados tangibles.
Por otra parte, el funcionario dijo que durante el presente año se alcanzaron cifras récord en verificación vehicular, con un mayor número de unidades revisadas para reducir emisiones contaminantes; en programas de reforestación, que han permitido recuperar áreas verdes y fortalecer corredores biológicos; y en la atención de denuncias ciudadanas, reflejo del creciente interés de la población en participar activamente en la defensa del entorno. La participación ciudadana, subrayó, ha sido un pilar fundamental, pues cada vez más habitantes se involucran en la denuncia de irregularidades y en actividades de conservación, lo que demuestra un cambio cultural hacia la responsabilidad ambiental.
