
Se refuerza vigilancia en el río Aguanaval ante incremento de caudal
Tras las lluvias registradas en los últimos días en la región, el río Aguanaval ha presentado una notable recuperación en su nivel de agua, alcanzando un escurrimiento de 10.143 metros cúbicos por segundo. Ante este fenómeno, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha intensificado la vigilancia permanente del afluente, en coordinación con autoridades estatales, municipales y cuerpos de Protección Civil.
La medida tiene como objetivo principal prevenir riesgos para la población que habita en las zonas cercanas al cauce, especialmente en los municipios de Torreón, Matamoros y Viesca, donde el río atraviesa áreas habitadas. Aunque hasta el momento no se han reportado afectaciones directas, las autoridades mantienen un monitoreo constante para anticiparse a cualquier eventualidad.
Como parte de las acciones preventivas, se acordó el reforzamiento de bordos en las márgenes del río, a través de Protección Civil, con el fin de evitar que personas intenten cruzar por zonas donde el afluente ha crecido. Esta estrategia busca reducir el riesgo de pérdidas humanas y materiales, en caso de que el nivel del agua continúe aumentando.
La dependencia federal informó que la coordinación entre los tres niveles de gobierno ha sido clave para implementar medidas efectivas de protección. La autoridad indicó que se reitera el compromiso de trabajar de manera conjunta para mejorar la gestión del agua en México y garantizar la seguridad de los centros de población ante fenómenos naturales como este.
Además de la vigilancia técnica, se ha hecho un llamado a la ciudadanía para mantenerse informada a través de los canales oficiales y evitar acercarse a zonas de riesgo. Las autoridades han enfatizado que la prevención y la colaboración comunitaria son fundamentales para enfrentar este tipo de situaciones con éxito.
Con estas acciones, las instancias involucradas buscan no solo atender la emergencia actual, sino también fortalecer la infraestructura y los protocolos de respuesta ante futuros eventos hidrometeorológicos, en una región donde el agua representa tanto un recurso vital como un desafío constante.