Servicios médicos, educación, vivienda o ahorro para el retiro pueden ser deducibles
A medida que se acerca el periodo de declaraciones anuales, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) reiteró a los contribuyentes la importancia de conocer y aprovechar las deducciones personales permitidas por la ley. Este recordatorio no solo tiene un carácter fiscal, sino también social, pues estas deducciones representan un alivio económico para millones de familias mexicanas que enfrentan gastos esenciales a lo largo del año.
Las deducciones personales permiten disminuir la carga tributaria de las personas físicas, especialmente de quienes destinan parte importante de sus ingresos a servicios médicos, educación, vivienda o ahorro para el retiro.
El SAT subrayó que, para que estos beneficios se reflejen correctamente en la declaración anual, es indispensable revisar con cuidado las facturas de los gastos que se desean deducir y asegurarse de que cumplan con los requisitos fiscales establecidos.
El organismo recordó que, para que un gasto pueda considerarse deducible, debe cumplir con elementos específicos que garanticen su validez ante la autoridad fiscal. Entre ellos se encuentran contar con la factura electrónica correspondiente, verificar que el RFC del contribuyente esté correctamente registrado, confirmar que el concepto del comprobante coincida con el servicio adquirido y haber realizado el pago mediante métodos autorizados, como transferencia electrónica, tarjeta de crédito o débito, o cheque nominativo.
Estos requisitos, aunque técnicos, tienen un impacto directo en la vida cotidiana. Muchas personas pierden la oportunidad de deducir gastos importantes simplemente por no solicitar una factura a tiempo o por no revisar que sus datos estén correctos.
El SAT recordó que las deducciones personales abarcan una variedad de gastos que forman parte de la vida diaria de las familias mexicanas. Entre ellos se encuentran los gastos médicos y hospitalarios, servicios funerarios, donativos, primas de seguros de gastos médicos mayores, colegiaturas y transporte escolar, intereses reales por créditos hipotecarios, así como depósitos en cuentas especiales para el ahorro y aportaciones voluntarias para el retiro.
Estas categorías reflejan necesidades fundamentales: salud, educación, vivienda y ahorro. Por ello, su deducción no solo tiene un efecto fiscal, sino también social, al incentivar prácticas responsables y apoyar a quienes enfrentan gastos significativos en estas áreas.
El SAT precisó que el monto total de las deducciones personales no debe exceder cinco Unidades de Medida y Actualización (UMA) anuales del ejercicio correspondiente o el 15% del total de los ingresos del contribuyente, incluidos los exentos, aplicándose siempre el monto menor.
Asimismo, se recordó que las personas que tributan o hayan tributado en el Régimen Simplificado de Confianza no pueden aplicar deducciones personales, una medida que ha generado debate entre pequeños contribuyentes que buscan equilibrar sus finanzas.
El SAT hizo un llamado a la ciudadanía para fomentar una cultura de organización fiscal. Recomienda solicitar facturas de manera mensual y mantener un registro ordenado de los gastos deducibles durante todo el año. Esta práctica, aunque sencilla, puede representar un ahorro significativo al momento de presentar la declaración anual.
