Permanecen los árboles que se secaron en la obra del Giro Independencia, donde pocos ejemplares han podido sobrevivir a casi ocho meses de que fueron plantados en el lugar.
Mediante un recorrido se pudo constatar que gran parte de dichos árboles se convirtieron en ramitas secas, al no resistir las condiciones del clima bajo las que han estado expuestos desde su plantación, mientras que otros, los menos, se mantienen verdes.
Sobre los cajetes circulares que se hicieron en los camellones laterales del periférico Raúl López Sánchez, están los árboles secos, incluso ya marcados con pintura de diversos colores, para identificarlos y diferenciar los sanos de aquellos que tendrán que ser retirados.
Como parte de las acciones de reforestación que acompañaron la obra del Giro Independencia, se plantaron más de cien encinos siempre verde, con la idea de que éstos alcanzaran un crecimiento óptimo y ofrecieran un ingrediente de vida a dicho proyecto.
La mayoría se encuentran en los camellones laterales, mientras que otros están en los alrededores de la escultura monumental del Águila de la Independencia.
A finales del pasado mes de junio, el director de Obras Públicas, Juan Adolfo Von Bertrab Saracho declaró que debido a que todavía está vigente la garantía, la constructora será quien se encargue de llevar a cabo la sustitución de los árboles.
A la fecha, muchos de estos ejemplares siguen en el lugar, por lo que no han sido remplazados en una de las obras consideradas como emblemáticas de la pasada administración.
Árboles no sobreviven en obra del Giro Independencia
