Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2025 dejó 31 sistemas y una recuperación histórica en presas del país
La Temporada de Lluvias y Ciclones Tropicales 2025 cerró con un total de 31 ciclones tropicales en los océanos Atlántico y Pacífico nororiental, informó el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Además de registrar fenómenos de alta intensidad, la temporada dejó un impacto positivo en la disponibilidad de agua en el país, con un incremento significativo en los niveles de almacenamiento de presas.
De acuerdo con el SMN, en el Atlántico se formaron 13 ciclones tropicales: ocho tormentas tropicales, un huracán categoría 2 y cuatro huracanes mayores, categorías 3, 4 o 5. Entre ellos destacaron tres huracanes categoría 5: Erin, Humberto y Melissa. Con esta cifra, 2025 se convirtió en la segunda temporada con más huracanes de máxima intensidad en esta cuenca, igualando a 2017 y quedando solo por debajo del récord de 2005.
En contraste, el Pacífico nororiental registró 18 ciclones tropicales: ocho tormentas tropicales, siete huracanes categoría 1 o 2 y tres huracanes mayores. La actividad fue constante desde el inicio de la temporada, y uno de los eventos más relevantes fue la rápida intensificación de Erick, que el 19 de junio alcanzó la categoría 4, convirtiéndose en el huracán de mayor evolución temprana registrado en esta región.
A pesar de la actividad ciclónica, solo dos ciclones ingresaron directamente al territorio nacional durante 2025, cifra inferior al promedio climatológico del periodo 1991-2020. Sin embargo, seis sistemas del Pacífico se desplazaron cerca de las costas mexicanas sin tocar tierra, generando efectos indirectos como lluvias intensas, oleaje elevado y vientos fuertes.
Estos fenómenos contribuyeron a la humedad acumulada en diversas regiones, especialmente en estados del occidente, sur y sureste del país.
Entre mayo y noviembre se registraron 40 ondas tropicales, ligeramente por encima del promedio histórico de 38. Julio y agosto fueron los meses más activos, con 11 ondas cada uno, mientras que mayo y noviembre presentaron la menor actividad, con un solo sistema.
Estas ondas desempeñaron un papel clave en la distribución de la lluvia en el centro, centro-occidente, oriente, sur y la península de Yucatán, favoreciendo la recuperación hídrica en amplias zonas del país.
El Monzón mexicano de 2025 mostró un comportamiento típico sobre el noroeste del país, especialmente en Sonora, Sinaloa y partes de Chihuahua y Durango. No obstante, su duración fue mayor a la habitual, extendiéndose hasta la última semana de septiembre, aproximadamente siete días después de la fecha promedio.
Por su parte, la canícula de 2025 se manifestó de manera notable en el oriente, sureste, golfo de México, la península de Yucatán y zonas del centro del país. Inició en la última semana de junio y se prolongó hasta la segunda semana de septiembre, dejando periodos de calor intenso y disminución temporal de lluvias.
Gracias a las lluvias registradas entre el 15 de mayo y el 30 de noviembre, el nivel de almacenamiento nacional alcanzó un máximo del 72 %, muy por encima del 64 % registrado en 2024.
Más de 80 presas superaron el 100 % de su Nivel de Aguas Máximas Ordinarias, reflejando una recuperación significativa tras años de déficit. Entre los casos más destacados se encuentra el Sistema Cutzamala, que alcanzó un almacenamiento máximo del 97 %, en contraste con el 67 % del año anterior. Este incremento representa un alivio importante para el Valle de México, que en años recientes enfrentó niveles críticos.
Los mayores aumentos en almacenamiento se registraron en Sinaloa, Chiapas, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Sonora, estados donde las lluvias asociadas a ciclones, ondas tropicales y el monzón tuvieron un impacto directo.