Fluctuaciones de voltaje golpean a hogares e industrias, empresarios piden mayor inversión en infraestructura de CFE. (EL SIGLO DE TORREÓN)
Las noches en Torreón traen consigo un problema eléctrico que ya se ha convertido en una pesadilla para muchos residentes. Apenas cae el sol y la gente regresa a casa después de su jornada, encienden los minisplits y aires lavados, buscando un respiro ante el calor sofocante. Pero, junto con el alivio del aire fresco, llega una súbita sobrecarga eléctrica que sacude a la ciudad con fluctuaciones de voltaje, dejando lámparas parpadeando y electrodomésticos en riesgo.
El caso de Torreón Jardín es un reflejo de la gravedad de la situación: un transformador recién reparado en calle Sicomoros colapsó en cuestión de semanas debido al exceso de demanda. Y no solo los hogares padecen esta problemática. El sector industrial ha levantado la voz, denunciando pérdidas millonarias por fallas en equipos sensibles que dependen de una electricidad estable. Cada variación les cuesta caro, afectando producción y mantenimiento.
"Desde hace semanas hemos tenido apagones constantes, y la CFE no nos da soluciones. No podemos seguir así, nuestros electrodomésticos se están dañando," expresó Yolanda Fernández, quien tiene su vivienda en Torreón Residencial, donde tampoco son ajenos a los continuos "apagones".
Los colonos de residencial El Fresno han manifestado su preocupación por la construcción de torres de viviendas, sumándose a la exigencia de una solución definitiva. Pero también surgen quejas en el Campestre La Rosita, Las Arboledas, por la constante inestabilidad del voltaje afecta el desempeño de aparatos eléctricos y pone en riesgo sus hogares. No se trata de una queja puntual en una colonia, es un reclamo generalizado que se extiende por todo el municipio.
Mientras los ciudadanos ven cómo sus aparatos sufren los estragos de un suministro inestable, el consenso pide que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) invierta en infraestructura para evitar que el problema siga creciendo, ya que la energía no solo mueve máquinas y enciende luces, sostiene la calidad de vida y el desarrollo económico de la ciudad.
Los comerciantes y pequeños empresarios no escapan a la crisis eléctrica. Restaurantes, tiendas y oficinas ven cómo sus sistemas de refrigeración y computación se ven afectados por los constantes cambios en el voltaje, obligándolos a gastar en estabilizadores o reparaciones. Cada caída de luz significa un riesgo para su operación diaria, generando incertidumbre y frustración entre quienes dependen de un flujo energético confiable.
"Por la falta de luz, mi tienda pierde productos refrigerados todos los días. Hemos intentado hablar con gente de CFE, pero no nos da respuesta," comentó María Gómez, comerciante del Centro.
El problema podría agravarse en los próximos meses, pues el aumento de temperaturas en Torreón seguirá incrementando la demanda de energía. Empresarios han manifestado la necesidad de una inversión urgente en infraestructura, a fin de que los habitantes de la ciudad no tengan que seguir lidiando con un servicio deficiente que afecta su bienestar, seguridad y economía.
