
Tras la sequía, el campo se prepara para un ciclo agrícola más prometedor
Tras un miniciclo agrícola marcado por la sequía y la incertidumbre, el campo lagunero comienza a respirar con algo de alivio.
Las recientes lluvias que se han registrado en la cuenca alta del río Nazas han elevado los niveles de almacenamiento en las principales presas, lo que permite vislumbrar un panorama más alentador para el próximo ciclo primavera-verano 2026.
Samuel Martínez, dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Lerdo, estimó que, gracias a estas precipitaciones, ya se tiene asegurado el 70 por ciento del volumen de agua necesario para el siguiente ciclo de siembra. Sin embargo, subrayó que aún se requiere que las lluvias continúen para garantizar un ciclo completo y productivo.
Este avance contrasta con lo vivido en el periodo que recién concluyó, cuando el Distrito de Riego 017 de la Comarca Lagunera tuvo que operar bajo un esquema de “miniciclo” debido a la escasez hídrica. En ese contexto, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) distribuyó apenas 400 millones de metros cúbicos de agua provenientes de las presas Lázaro Cárdenas “El Palmito” y Francisco Zarco “Las Tórtolas”.
Actualmente, la presa Lázaro Cárdenas cuenta con un almacenamiento de 1,225 millones de metros cúbicos, lo que representa el 41.4% de su nivel ordinario. Aunque no se está extrayendo agua de ella en este momento, recibe entradas de 102 metros cúbicos por segundo. Por su parte, la presa Francisco Zarco almacena 206 millones de metros cúbicos, equivalentes al 66.7% de su capacidad ordinaria, con una extracción de 2.4 metros cúbicos por segundo para el programa federal de Agua Saludable para La Laguna y entradas de 3 metros cúbicos por segundo.
A pesar de esta recuperación parcial, la CNC reiteró su exigencia a la Federación para que se liberen los recursos prometidos destinados a la tecnificación del riego. Según la organización, el presupuesto actual de Conagua ha sido canalizado principalmente a la rehabilitación de los canales principales en la zona de Gómez Palacio, pero aún falta atender las líneas primarias de distribución de agua rodada que abastecen a los ejidos.
La tecnificación del riego no es solo una demanda técnica, es una necesidad social, pues en la región garantizar el acceso eficiente al agua es fundamental para la seguridad alimentaria y el desarrollo económico.