Trump carga contra traileros que no hablen inglés, más de 9 mil han perdido su licencia para trabajar
El gobierno de Donald Trump ha comenzado una nueva cacería, ahora de conductores de transporte de carga que están siendo perseguidos por agentes de seguridad a fin de probarlos con exámenes de inglés.
Y es que mientras Estados Unidos dice que es crítico para la seguridad carretera, los empresarios están denunciando que han aumentado sus gastos para recoger a los conductores, otros se niegan a ir a estados del sur del país y las primas de seguro aumentan por el aumento de violaciones.
El secretario de Transporte, Sean Duffy, incluso tomó un reportaje del medio Bloomberg sobre las afectaciones a los trabajadores y las rutas para celebrar el retiro de 9 mil 500 transportistas por fallar en sus pruebas de hablar el idioma nacional, el inglés.
“Esta administración pondrá siempre la seguridad tuya y de tu familia primero”.
Este ejercicio es parte de una campaña más extensa que está trastocando la industria de transporte de mercancía, pilar de la economía de Estados Unidos.
Duffy primero intentó limitar el número de licencias comerciales otorgadas a conductores extranjeros, lo que fue pausado por una corte y en meses recientes cientos han sido asegurados por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) en estados como Oklahoma, Texas, Indiana y Nueva York.
El reportaje de Bloomberg citó a la empresaria Shelley Simpson, CEO de la compañía transportista JB Hunt Transport Services, quien en una conferencia estimó que hasta 400 mil trabajadores podrían dejar el negocio en los próximos años por estas medidas. Cuando se estima que hay unos 3.5 millones de ellos en Estados Unidos.

Desde la administración de Barack Obama las violaciones de tráfico resultaban para los transportistas en citaciones, pero con Trump se impusieron “reglas de sentido común en el camino”, como que inspectores pudieran sacar del servicio a aquellos que no hablaran suficiente inglés, con Texas y Wyoming donde más casos se han dado.
Luego de un fatal accidente donde tres personas murieron y un conductor inmigrante estuvo involucrado, el Departamento de Estado suspendió las visas de trabajo para transportistas y Duffy emitió reglas de emergencia restringiendo las licencias comerciales afectando a asilados, dreamers beneficiarios del programa DACA y refugiados.
Grupos de derechos civiles han alertado que agentes de todo tipo aprovechan las regulaciones para inspeccionar a los transportistas y estas no son grabadas, permitiendo un desbalance donde la parcialidad y estereotipos se hacen presentes.