EDITORIAL Columnas Editorial Caricatura editorial

Columnas

Verdad amarga

Un grito de Libertad desde el Nobel

ENRIQUE SADA SANDOVAL

Luego de más de 11 meses oculta por su seguridad, la líder de la oposición venezolana María Corina Machado reapareció en Oslo, Noruega; donde tuvo un emotivo reencuentro con su familia y seguidores.

Tras arribar de un largo viaje hecho en secreto, Machado, de 58 años, llegó tarde para asistir a la ceremonia oficial para otorgarle el Premio Nobel de la Paz que en su ausencia fue recibido de manera simbólica por su hija Ana Corina Sosa, quien inició un emotivo discurso de aceptación diciendo: "¡Podremos abrazarla después de 16 meses!", en lo que su madre apenas pisaba aquel Reino.

Según el Wall Street Journal, la ayuda desde la Casa Blanca dejó de ser solo un rumor para convertirse en una fuga de alta relevancia, encubierta con labor de inteligencia, pues la activista se evadió de Venezuela como salen los objetivos de alto valor en regímenes que se derrumban: por mar, en silencio, sin señales electrónicas y bajo la nariz de un aparato represivo paranoico.

El cruce hasta Curazao -según fuentes de seguridad estadounidenses citadas por el Diario- exigió navegar a través de un corredor fuertemente vigilado por el SEBIN (Servicio Bolivariano de Inteligencia), la FANB (Fuerza Aérea Nacional Bolivariana) y radares militares que debieron detectar cualquier embarcación sospechosa pero no detectaron nada, con lo que confirman la pésima capacidad militar y debilidad por parte del régimen, con un escape hacia la libertad más propio de la Guerra Fría o de las mejores novelas de Ian Fleming y Frederick Forsyth.

Lo anterior explicaría también de algún modo el extraño despliegue militar que se venía realizando por parte del cerco aéreo y marítimo hecho no solo por patrullaje norteamericano de aeronaves F-18, la aparición de helicópteros holandeses recorriendo el espacio entre las islas de Curazao y Aruba, la manifestación de tráfico aéreo limpio por Maiquetía así como una actividad naval que rebasaba los simples operativos antidrogas con los que la Armada estadounidense ha estado volando lanchas venezolanas narcotraficantes de alta velocidad y costo de medio millón de dólares cada una.

De aquí que ahora las autoridades en Washington tanto como en La Haya revelaran que lo anterior no fue solo una operación militar de rutina sino una cubierta perfecta para garantizar la protección junto con el eventual escape de aquella mujer a la que el castro-chavismo tambaleante consideraba un objetivo militar y enemiga política numero 1; y de tal modo lo anterior que María Corina logró llegar a Curazao alternando el transporte marítimo por el aéreo mientras el régimen boquiabierto miraba como volaba rumbo a Oslo en medio de la noche.

Cabe subrayar que el jet ya venía siendo rastreado desde antes en rutas que incluyeron Toluca, Querétaro, Monterrey, Miami y Curazao; algo que alimentó especulaciones sobre un operativo internacional planeado para sacar a Machado del cerco impuesto por Nicolás Maduro.

La aeronave, un Embraer Legacy 600/650 con matrícula mexicana XA-FUF, despegó del Aeropuerto Internacional de Bangor en Maine rumbo a Oslo, completando un trayecto de poco más de seis horas. Los registros de vuelo revelan que la unidad opera bajo bandera mexicana-aunque no refiere su propietario-lo que abre un abanico de interrogantes sobre quienes facilitaron su salida.

Lo anterior constituye un duro golpe mundial, por lo evidente, para Maduro y quienes se sostienen de él desde La Habana, pues no solo pone en evidencia la debilidad del régimen en Venezuela sino también la inutilidad del MINT (Ministerio del Interior cubano) que junto con sus operaciones de Inteligencia militar fuera de la isla suele asistir con su presencia no solo Venezuela sino todos los países con regímenes adscritos al Foro terrorista de Sao Paulo (hoy Grupo Puebla).

Aquella noche un centenar de seguidores esperaron a ver a Machado saludar desde el balcón del Grand Hotel, gesto que suelen hacer los laureados con el Nobel de la Paz. Horas más tarde apareció, saludó y descendió entre aplausos y consignas de "¡Valiente!" y "¡Viva Venezuela Libre!", mientras se entonaba el Himno Nacional de Venezuela.

Pese al impacto de lo anterior, ni autoridades mexicanas ni europeas han emitido hasta el momento declaraciones sobre su posible participación en el escape.

Leer más de EDITORIAL

Escrito en: Verdad amarga Columnas Editorial Enrique Sada Sandova

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 2436000

elsiglo.mx