Vecinos de San Isidro exigen mejoras viales ante caos por obras en Independencia y Abastos
La colonia San Isidro experimenta una intensa actividad vial derivada de las obras que se realizan sobre el bulevar Independencia y calzada Abastos. En respuesta a las inquietudes ciudadanas, autoridades municipales y estatales sostuvieron una reunión con vecinos del sector para revisar los efectos colaterales de la obra y establecer medidas que mejoren la movilidad y seguridad en la zona.
El director de Obras Públicas, Juan Adolfo von Bertrab Saracho, informó que participaron representantes de diversas dependencias, como la Dirección de Movilidad, Autotransporte, Tránsito y Vialidad, así como funcionarios del Gobierno del Estado. La principal preocupación expresada por los habitantes fue el tráfico intenso que se ha desviado hacia el interior de la colonia, generando saturación en las entradas y salidas, especialmente en las calles Quebec, Washington y bulevar Constitución.
Durante la reunión se acordó liberar las salidas restringidas de la Quebec, medida que entró en vigor de inmediato. Esta decisión busca aliviar la presión vehicular y facilitar el flujo de automóviles en horarios críticos. También se revisaron los tiempos de los semáforos en puntos clave, como la intersección con avenida Independencia, donde los vecinos señalaron que el paso está desbalanceado y favorece únicamente a una dirección.
Otro de los compromisos fue reforzar la vigilancia en la Madrid, donde se implementará el sistema Carrusel y se aplicarán sanciones a conductores que rebasen por la derecha, aprovechando la ausencia de vehículos estacionados. Los vecinos manifestaron su respaldo a estas medidas.
Además, se abordaron temas como la baja altura de cables de CFE y otros, que han sido arrancados por camiones de carga, afectando servicios básicos como luz e internet. Las autoridades se comprometieron a gestionar soluciones con las empresas correspondientes. También se atendieron solicitudes específicas de señalética, como la reposición de señalamientos derribados por accidentes recientes.
Respecto al avance de la obra, se anunció que en tres semanas se liberarán dos carriles para circulación de vehículos pequeños. Aunque el diseño contempla dos carriles por sentido, se mantendrá una velocidad controlada de entre 20 y 30 km/h, con señalización adecuada para evitar accidentes. Las autoridades enfatizaron que, aunque se habiliten los carriles, la zona seguirá siendo una obra en construcción, por lo que se requiere prudencia y respeto por parte de los conductores.
Trabajar en horario nocturno fue una propuesta que se consideró, pero se descartó por razones técnicas, económicas y de seguridad. Las máquinas utilizadas requieren alta precisión y operan con niveles de ruido que afectarían el descanso de los vecinos. Además, el riesgo para los trabajadores se incrementa en condiciones de poca visibilidad y fatiga.
La reunión fue calificada como constructiva por los participantes, quienes destacaron la importancia de mantener el diálogo abierto entre ciudadanía y gobierno.