Para denotar una secuencia, un orden o sucesión, tenemos los útiles números ordinales. Primero, segundo, tercero, así hasta el décimo; hasta ahí, la cosa es muy fácil, ¿verdad? En el once ya empezamos con dudas; se puede decir undécimo, onceno o decimoprimero, todo junto en una sola palabra. Luego sigue el duodécimo que puede ser también decimosegundo, igual decimotercero, decimocuarto y así hasta el vigésimo.
Después del vigésimo, que es el que corresponde al número veinte, sigue el vigesimoprimero y luego están en la misma forma el trigésimo que corresponde al treinta, el cuadragésimo al cuarenta, el quincuagésimo, sexagésimo, septuagésimo y el octogésimo que corresponden al cincuenta, sesenta, setenta y ochenta respectivamente. ¿Se fija como poco a poco se nos van complicando los nombrecitos?
Por lo pronto tenemos el nonagésimo que es el correspondiente al número noventa y el centésimo que es el del cien. Ojo: aquí hay que señalar que el ordinal del cien se llama igual al partitivo cien, o sea que el lugar número cien se llama centésimo, exactamente igual a una fracción de un entero que fue dividido en cien partes iguales, porque este también se llama centésimo, aunque algunos, para no confundirlas, a esta última le llaman céntimo.
Lo mismo sucede con el décimo, que también es el lugar número diez y la décima fracción, y el octavo que es el lugar número ocho y también puede ser la fracción de una unidad dividida en ocho partes iguales. Entonces, cuidado con las confusiones.
Ya para entonces algún lector se estará preguntando: "¿y cómo se dirá cuando mi ciudad cumpla setecientos años de haber sido fundada?" Pues se dice que festeja el septingentésimo aniversario, y cuidado porque no faltará quien diga que lo correcto es septuagésimo aniversario, pero ya vimos que ese número ordinal corresponde a setenta y mi ciudad es mucho más viejita. A los setenta años todavía era prácticamente nueva.
Las autoridades idiomáticas nos recomiendan, para evitar hacernos bolas con los ordinales, que de ser posible se usen estos sólo para los primeros veinte números, o sea del primero al vigésimo y después se usen los números cardinales que son los números naturales.
Y por hoy, hemos terminado la clase. Vayamos en paz.
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ME PREGUNTA Héctor Saldívar: Deseo despejar la duda si, las palabras que no son de origen español, deben acentuarse; trátese de agudas, graves o esdrújulas, de acuerdo a nuestras reglas.
LE RESPONDO: Las palabras deben acentuarse según las reglas normales de acentuación, sin importar si se escriben con mayúsculas o minúsculas.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Mi memoria se divide en: 5% nombres, 3% números de teléfono, 2% cosas de la escuela y 90% letras de canciones.