Líderes en salud Salud ENFERMEDADES NUTRICIÓN ESPECIALISTAS

SALUD MENTAL

Bipolaridad: comprender más allá de los mitos

Especialista explica en qué consiste este trastorno, su diagnóstico y señales de alerta

Bipolaridad: comprender más allá de los mitos

Bipolaridad: comprender más allá de los mitos

MAYRA FRANCO ROSALES

Uno de los mitos más replicados sobre la bipolaridad es creer que las personas con este trastorno “cambian de humor cada minuto”, cuando en realidad los episodios suelen durar días o semanas, explica la psicoterapeuta Priscila Castañeda.

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, 5ª edición (DSM-5), la bipolaridad es “un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la presencia de episodios maníacos o hipomaníacos y episodios depresivos, que se alternan o coexisten en distintos momentos de la vida”. A diferencia de las fluctuaciones normales del ánimo, estas variaciones “son intensas, persistentes y desreguladas”, y llegan a afectar el funcionamiento social, laboral y personal. Existen diagnósticos como el Trastorno Bipolar I, Bipolar II y el trastorno ciclotímico, este último con síntomas menos intensos pero más persistentes.

Su desconocimiento y la desinformación provocan la proliferación de ideas erróneas alrededor de esta enfermedad mental, como pensar que sólo implica depresión y euforia, cuando también puede presentarse “irritabilidad, impulsividad y síntomas mixtos”, explica la especialista, quien además enfatiza que, con un tratamiento adecuado, “muchas personas logran estabilidad y la cristalización de proyectos”.

Miedo a interactuar

TAMBIÉN LEE Miedo a interactuar

La ansiedad social es un trastorno que va mucho más allá de la timidez

¿Cómo se identifica?

Su diagnóstico requiere una evaluación clínica completa, entrevistas estructuradas como la SCID-5-CV y observación a lo largo del tiempo. Castañeda señala que “no se puede hacer un diagnóstico de un Trastorno Bipolar en una primera intervención”, ya que se necesita seguimiento y suele ocurrir que las personas buscan ayuda “en un episodio de manía o depresión exacerbados”.

También aclara que la bipolaridad no es ser voluble, ni tener cambios repentinos, ni mucho menos sinónimo de personalidad múltiple. Se trata de “un trastorno del estado de ánimo, no un rasgo de carácter ni una reacción pasajera”. Incluso puede confundirse erróneamente con el Trastorno Límite de la Personalidad debido a la “labilidad emocional”, que son los cambios rápidos e intensos en el estado de ánimo, como pasar de la risa al llanto sin una razón aparente.

Alertas

Las señales tempranas de un episodio maníaco incluyen “disminución de la necesidad de dormir, aumento excesivo de energía, verborrea, conductas de riesgo e irritabilidad”. En un episodio depresivo, suelen aparecer “tristeza persistente, pérdida de interés, fatiga, alteraciones del sueño y apetito, así como pensamientos de inutilidad”.

Detectar estos signos es muy importante, especialmente por el riesgo de suicidio, que es “20 a 30 veces superior al de la población general”, explica la psicoterapeuta.

Miedo a interactuar

TAMBIÉN LEE Miedo a interactuar

La ansiedad social es un trastorno que va mucho más allá de la timidez

¿Cómo abordarlo?

Entre los factores que pueden detonar o agravar la bipolaridad se encuentran: la adversidad infantil, el estrés psicosocial, el consumo de sustancias, la falta de sueño, los cambios hormonales y la poca adherencia al tratamiento. También hay un componente hereditario importante, con estudios que estiman “una heredabilidad de alrededor del 90 por ciento”.

Asimismo, el tratamiento efectivo es interdisciplinario, ya que “la psiquiatría se centra en la estabilización farmacológica”, comparte la psicoterapeuta, mientras que la psicología aporta psicoeducación, terapia cognitivo-conductual, terapia interpersonal y estrategias para regular emociones y prevenir recaídas. Las herramientas suelen incluir “el registro de estados de ánimo, intervenciones familiares y el diseño de un plan de crisis”.

Además, Castañeda expone que es necesario “informarse, escuchar sin minimizar, evitar frases como ‘anímate’ o ‘es tu carácter’”. También recomienda apoyar la adherencia al tratamiento y evitar sugerencias peligrosas, como pedir a la persona que deje sus medicamentos.

“La empatía y la paciencia son claves”, afirma, y recuerda que un diagnóstico “no es una sentencia. Se habla de la salud mental desde la moda o la información superficial y la hiperconexión, pero no se habla del profundo sentir de quienes padecen una enfermedad mental o del compromiso que se demanda de los acompañantes.

“Se habla de rasgos ‘disfuncionales’ observables por la cultura, pero no se habla de comorbilidades y complejidad de los diagnósticos. Se habla de una exigencia de homogeneidad en donde entre alguien más se parezca a otros, más sano se considera, pero no olvidemos que en esta esfera somos neurotípicos, neurodivergentes, humanos que pueden detonar un trastorno de la personalidad y seres que día a día se debaten entre la supervivencia y la posibilidad de vivir con dignidad”, enfatiza Castañeda.

Leer más en Líderes en Salud

Leer más de Líderes en salud

Escrito en: especialista bipolaridad

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Líderes en salud

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Bipolaridad: comprender más allá de los mitos

Clasificados

ID: 2434385

elsiglo.mx