Desde antes del siglo XIX, narrar viajes era una especialidad. Gente que salía de su lugar de origen escribía las experiencias y se las mandaba a terceros por alguna razón; las políticas eran muy importantes y eran parte también de las relaciones diplomáticas. No había otras maneras de enterarse de lo que pasaba en otros lugares; o de cómo eran esas regiones sino mediante la información escrita.
Uno de los libros clásicos es el de Marco Polo que abrió los ojos de los europeos hacia las tierras asiáticas. Con el advenimiento de la prensa, el hacer cartas de viajes se volvió una especialidad. El exotismo de otros lugares surgió en la cabeza de las personas y eso produjo a su vez, novelas.
Era una manera de conocer al mundo, cuando no tenías muchas oportunidades de hacerlo. Tenemos que recordar que fue hasta el sigo XIX cuando se inventó la fotografía. La reproducción de imágenes era a través del dibujo, el cine irrumpe hasta 1892; entonces, el instrumento principal de comunicación es la carta.
Muchas de ellas llegaron a hacer famosas, como las de la marquesa Calderón de la Barca en el caso de México. Escribirlas, era una habilidad que se ha ido perdiendo a medida que pasa el tiempo y las nuevas tecnologías se imponen a los usos y costumbres modernos.
Las cartas es viajar por medio de los ojos de alguien que lo transmite por medio de sus experiencias. Hacerte sentir lo que él siente y reflexionar guiado por sus propias reflexiones. Una forma muy subjetiva de enfrentarte con el mundo; pero, por lo mismo muy enriquecedora.
Las emociones del otro se enfrentan a las tuyas propias. No es lo mismo a que tú viajes a que otro te cuente su viaje.
Eso se ha ido terminando con el tiempo. Se ha dejado de cultivar la emoción de conocer otros lugares. La curiosidad se satisface con la gran cantidad de información que existe en Google y otros lugares del internet. Sabes que ahí están aunque no los uses.
Por ello es agradable que alguien se acuerde que existía la costumbre de escribir cartas. Aunque ahora se utilizan otros modos de hacerlo, a través del Watts o del Facebook o algún lugar similar.
Es una bonita experiencia el recibir información diaria de alguien que está viajando. Agradeces que te tome en cuenta para que lo hagas con él. No tiene importancia si parte de la información es sacada de Google o de algún folleto, él la seleccionó. Ése es el tino, el saber seleccionar las cosas.
Esta reflexión me viene por la experiencia de mi hermano miguel que actualmente está viajando por Asia. Desde un principio nos comenzó a mandar mensajes y nos ha ido narrando su experiencia.
Es un deleite leerlo. Es buen observador y sabe decir las cosas. ¿Eso vendrá de familia?
Me voy a tomar el atrevimiento de reproducir alguna de sus experiencias que ha tenido. Esto es algo que debe de compartirse con los demás.
"Hola!, toco el turno de Osaka, Conocida antiguamente como Naniwa, fue una de las primeras capitales de Japón antes de que el gobierno se trasladara a Kioto. bajo el liderazgo de Toyotomi Hideyoshi, se construyó el Castillo de Osaka, que visitamos hoy, La ciudad fue centro de grandes batallas, como el asedio de Osaka (1614-1615), que marcó el ascenso del clan Tokugawa al poder. Durante el período Edo (1603-1868), Osaka prosperó como el centro económico y comercial de Japón. Fue apodada la "cocina de Japón" (tenka no daidokoro) por su papel en el comercio de arroz y otros alimentos. Sufrió graves daños por bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial. Se reconstruyó rápidamente. Toyotomi Hideyoshi fue el que construyo el castillo (1537-1598) fue uno de los líderes más importantes de la historia de Japón. Nació en una familia campesina, pero gracias a su inteligencia y habilidades militares, Toyo era bastante feo pero ascendió rápidamente y se convirtió en el sucesor de Oda Nobunaga, un poderoso señor feudal. Después de unificar gran parte de Japón en una época de guerras civiles, Hideyoshi se convirtió en el gran unificador del país hacia finales del siglo XVI. Fue responsable de grandes reformas políticas, sociales y económicas. Murió en 1598, poco antes de que su clan fuera derrotado por Tokugawa Ieyasu en la batalla de Sekigahara, lo que marcó el inicio del shogunato Tokugawa."