De entrada, pensar en la definición de vida es algo filosófico. Cada ámbito tiene su definición propia; algunos la definen como "la cualidad que hace a las personas, animales y plantas diferentes de los objetos, sustancias y cosas que están muertas", o dicho de una manera más simple: "La vida es aquello que no está muerto". Ah, pues sí.
La Real Academia Española presenta una serie de definiciones para la vida, y entre ellas, la primera es: "fuerza o actividad esencial mediante la que obra el ser que la posee". O sea que la vida es fuerza, pero ¿qué tipo de fuerza o de dónde sale ésta? Pues quién sabe.
La vida es un concepto muy diverso y muchos seres comparten esta característica, la de estar vivos, claro. No sabemos -todavía- si en otros planetas también se da la vida, pero acá en el nuestro existen diversas formas de ella y ¿sabe usted cuál es la forma de vida más presente en nuestro planeta? Correcto, las bacterias. Ante cualquier otra forma de vida, las bacterias son las más numerosas y que pueden vivir prácticamente dentro de cualquier ambiente.
Por cierto, uno de los ambientes que más resguarda a la vida es adentro de uno mismo, ¿dónde? ¡Pues literalmente en la panza! El estómago es la casa de miles de millones de bacterias y en general nuestro cuerpo está lleno de ellas, tanto que dicen los científicos que tenemos la misma cantidad de bacterias como número de células… ¡y eso que sí me baño!
Entonces, veíamos que la vida se define como un tipo de fuerza y la palabra "vida" proviene del latín vita, que significa lo mismo: vida. De ahí nos vienen muchísimas palabras que usamos ahora, como "vitalidad" que es la cualidad de tener vida, las "vitaminas" que son esas sustancias que nos ayudan a conservar la vida, o lo "vitalicio" que es cualquier cosa que dura desde que se obtiene hasta que "cuelgues los tenis", o sea, hasta el fin de la vida.
Decimos que hay personas a la que les gusta la "mala vida", porque siempre encuentran la manera de desordenarla y encontrarle obstáculos. Otros, en cambio, se van de vacaciones a cada rato y saben darse "la buena vida", que es una placentera.
Arráncame la vida, con el último beso de amor. Arráncala, toma mi corazón… dice la letra de aquel famoso tango que cantara Agustín Lara, como en muchas otras canciones y poemas que hablan de la mítica vida.
Yo, acerca de la vida, mejor me quedo con lo que decían los magníficos Les Luthiers: "No se preocupe, ¡la vida es hermosa! Porque la vida merece ser vivida; en cambio la muerte, merece ser morida".
Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios. donjuanrecaredo@gmail.com X: @donjuanrecaredo.
ME PREGUNTA Carlos Guerra: ¿Cuándo la palabra "di" lleva acento? Del verbo "decir". Ah, y también, ¿es correcto decir "dijieron"?
LE RESPONDO: Entiendo, mi estimado Carlos, que te refieres al imperativo singular del verbo decir: di. La palabra "di" nunca lleva tilde o acento escrito. Sobre tu segunda duda, "dijieron", "dijiera" y todas esas formas similares no son correctas y deben evitarse siempre.
LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Dijo Iris Murdoch: "El principal requisito de la buena vida es vivir sin ninguna imagen de uno mismo".
