Llama Coparmex a gobierno federal al diálogo con los productores de maíz
La crisis que enfrentan los productores de maíz en México ha dejado de ser un problema sectorial para convertirse en una amenaza directa a la estabilidad económica, la seguridad alimentaria y la cohesión social del país. Así lo advirtió Coparmex al emitir un llamado al Gobierno Federal para atender de manera urgente y efectiva la situación que viven miles de agricultores en distintas regiones del país.
El detonante es el precio pagado por tonelada de maíz, que no cubre los costos de producción y ha puesto en jaque la viabilidad de cientos de agronegocios. Esta situación ha impactado a socios y socias de diferentes Centros Empresariales de Coparmex, quienes han visto reducidos sus ingresos e incluso comprometida la continuidad de sus empresas.

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Gobierno federal asegura que logró un acuerdo con los campesinos; ellos lo rechazanJorge Reyes Casas, presidente de Coparmex Laguna, consideró que la falta de un precio justo para el maíz no solo afecta a los grandes productores, sino también a pequeños y medianos agricultores que dependen de esta actividad para sostener a sus familias. La ausencia de apoyos gubernamentales con impacto real ha generado un efecto dominó en cuanto al cierre de operaciones, pérdida de empleos y debilitamiento del tejido económico en zonas rurales. Coparmex reconoció las legítimas demandas de los dueños de agronegocios, quienes exigen soluciones ante una crisis que amenaza la rentabilidad, la seguridad y la soberanía alimentaria del país.

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Los maiceros liberaron las carreteras luego de negociar un apoyo con el gobierno federalA esta crisis económica se suma un problema igual de grave, que es la inseguridad, ya que en varias regiones del país, los productores enfrentan niveles alarmantes de extorsión, lo que agrava su vulnerabilidad y limita su capacidad de operar con normalidad. Esta situación coloca al campo mexicano en desventaja frente a sus pares de otros países, especialmente aquellos con los que México mantiene relaciones comerciales en el marco del T-MEC.
La falta de acuerdos con el Gobierno Federal ha llevado a los productores afectados a tomar medidas de presión, como los bloqueos carreteros que han paralizado la actividad económica, industrial y comercial en diversas ciudades del país. Estas acciones, aunque comprensibles desde la desesperación del sector, han generado pérdidas millonarias y afectado a miles de personas ajenas al conflicto, como son automovilistas, turistas, transportistas y comerciantes que han quedado varados, expuestos a riesgos de salud y seguridad.
Desde Coparmex se propone extender el diálogo a productores de todos los estados para que los apoyos sean generalizados y equitativos. Además, se solicita una política integral que contemple condiciones de seguridad para operar sin amenazas, acceso a financiamientos con tasas preferenciales y la infraestructura adecuada, especialmente para garantizar el acceso al agua, recurso vital para la producción agrícola.
“Solo a través de la colaboración entre ambas partes y el entendimiento mutuo, será posible atender esta crisis con responsabilidad y garantizar condiciones de estabilidad, productividad y Estado de Derecho en todo el país”, concluyó el presidente de Coparmex Laguna.