El exceso de ajo puede provocar inflamación hepática, acidez estomacal y caída de presión en el cuerpo/ Especial
El ajo es uno de los ingredientes más valorados en la cocina y en la medicina natural por sus propiedades antioxidantes, antimicrobianas y vasodilatadoras. Sin embargo, su consumo excesivo o inadecuado puede provocar consecuencias negativas en el cuerpo, según advierten especialistas y medios como Healthline.
Aunque en dosis moderadas es seguro para la mayoría de las personas, ingerir grandes cantidades de ajo fresco, en extractos o suplementos puede generar molestias digestivas, alteraciones hepáticas y desequilibrios en la presión arterial.
Riesgos para el hígado
El hígado, encargado de desintoxicar el cuerpo, puede verse afectado por los compuestos sulfurados del ajo. En dosis elevadas, estos compuestos pueden irritar las células hepáticas y provocar inflamación. Algunos estudios han detectado un aumento en los marcadores de toxicidad hepática tras el consumo excesivo de ajo, especialmente en personas con enfermedades hepáticas previas o bajo tratamiento farmacológico.
Los síntomas incluyen náuseas, fatiga y coloración amarillenta en piel y ojos. Por ello, se recomienda precaución y supervisión médica si se planea incorporar ajo en grandes cantidades a la dieta.
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Cada año se registran hasta 37 millones de fracturas relacionadas con esta afección, lo que equivale a unas 70 fracturas por minuto en el mundoProblemas digestivos y gástricos
El ajo crudo puede resultar agresivo para el sistema digestivo. Su alta concentración de compuestos bioactivos puede irritar la mucosa gástrica, provocando acidez, ardor y malestar estomacal. Además, contiene fructanos, carbohidratos difíciles de digerir para algunas personas, especialmente aquellas con síndrome de intestino irritable o sensibilidad gástrica.
En casos severos, el exceso de ajo puede causar distensión abdominal, flatulencias e incluso vómitos. Se aconseja evitar su consumo crudo en grandes cantidades y consultar a un especialista si se padecen afecciones gastrointestinales.
Efectos sobre la presión arterial
Aunque el ajo es conocido por ayudar a reducir la presión arterial en personas hipertensas, su consumo excesivo puede ser contraproducente. En individuos con presión baja o que toman medicamentos antihipertensivos, el ajo puede intensificar la caída de presión, provocando mareos, debilidad o desmayos.
Además, al interactuar con fármacos anticoagulantes, puede aumentar el riesgo de hemorragias. Por eso, es fundamental mantener un consumo controlado y estar atentos a posibles reacciones adversas.
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Esta característica puede traer graves problemas para la relación a la largaModeración y vigilancia médica
A pesar de sus múltiples beneficios, el ajo no está exento de riesgos si se consume en exceso. Para proteger el cuerpo, lo ideal es mantener una ingesta moderada, especialmente en personas con antecedentes médicos o bajo tratamiento. Consultar con un profesional de la salud es clave para determinar la cantidad adecuada según cada caso.
