¿De que color empezar el 2026? Lo que dice la psicología detrás de la ropa de Año Nuevo
Más allá de una simple cábala, esta práctica funciona como un gesto simbólico con el que muchas personas expresan aquello que desean atraer en el año que comienza.
Prosperidad, amor, calma o estabilidad suelen proyectarse a través de un color que, aunque no promete resultados concretos, sí ayuda a marcar un inicio emocional y personal para el 2026.

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Desde la psicología del color, la elección de determinados tonos cumple una función emocional: ayuda a ordenar expectativas, expresar estados de ánimo y enfrentar la incertidumbre que implica comenzar un nuevo ciclo. Vestirse de un color específico no modifica la realidad, pero sí permite materializar deseos de forma simbólica y generar una sensación de control, intención y cierre frente al año que termina.

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- Amarillo: se asocia con la felicidad, la abundancia y la buena suerte. Desde la psicología del color, está vinculado con el optimismo, la estimulación mental y la energía, por lo que refleja una actitud positiva frente a los retos del nuevo año.
- Rojo: representa el amor, la pasión y la intensidad emocional. Psicológicamente, se relaciona con la acción, la determinación y la autoconfianza, además de expresar el deseo de fortalecer vínculos afectivos o animarse a tomar decisiones importantes.
- Verde: simboliza esperanza, estabilidad y crecimiento. Está asociado con el equilibrio, la calma y el bienestar emocional, reflejando la intención de avanzar de forma constante y priorizar procesos sostenidos antes que resultados inmediatos.
- Rosado: vinculado con la ternura, la armonía emocional y el amor propio. Desde lo psicológico, expresa empatía, contención y la búsqueda de vínculos más equilibrados, tanto con otras personas como consigo mismo.
- Blanco: representa paz, claridad y nuevos comienzos. Psicológicamente, se asocia con orden, limpieza emocional y renovación, funcionando como un gesto simbólico de cierre de etapas y apertura a un nuevo inicio.
- Azul: relacionado con la serenidad, la confianza y el equilibrio emocional. Tiene un efecto calmante y favorece la concentración, por lo que suele elegirse cuando se busca transitar el año con mayor estabilidad y control emocional.