Hernias discales, un mal común
Si alguna vez se ha hecho un movimiento que nunca antes había dado un problema, pero ahora da un dolor en la espalda baja, que llega incluso al glúteo o hasta la pierna, es posible que exista una hernia de disco, que puede impedir un desplazamiento adecuado y, por tanto, reducir la calidad de vida.
Las hernias discales son, explica Mayo Clinic, un problema con uno de los discos (que es un amortiguador de cartílago): cuando el núcleo, de contenido pulposo, se escapa por una grieta del anillo, más resistente, que lo recubre.

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La columna, de acuerdo a Medline Plus, se divide en varias secciones, del cuello a la parte baja de la espalda. Se tratan de las vértebras cervicales, torácicas y lumbares, las sacras y el cérvix.
Las hernias discales pueden aparecer en cualquier vértebra, pero son más comunes en las lumbares, que corresponden en número a la L-1 a L-5.
Causas
Las causas de una hernia discal son variadas, que pueden ir desde el desgaste natural causado por la edad, a un accidente o malos hábitos posturales, sobre todo al levantar objetos pesados.
Sin embargo, existen factores que pueden volver propensa a una persona de que desarrolle hernias de disco. Mayo Clinic señala el peso elevado, el sedentarismo, trabajos que sean físicamente exigentes, genética, tabaquismo y permanecer mucho tiempo sentado, ya sea conduciendo o dentro de una oficina, y el tabaquismo.

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El dolor que causan las hernias de disco puede ser intenso y llevar a entumecimientos. Sin embargo, es común que con el tiempo estos síntomas desaparezcan del todo. Para casos severos, existen medicamentos o cirugía.
Para prevenirlo y hacer que el dolor sea más leve, un traumatólogo o fisioterapia puede indicar los ejercicios pertinentes, que deben hacerse de manera regular.
Higiene postural
Además de los remedios como la cirugía o los medicamentos, es necesario que en la vida se instalen nuevos hábitos que sean más sanos, a fin de que la espalda no se vea perjudicada. Algunos son:
Usar un cojín lumbar, que sirve de apoyo para la espalda baja, para mantener una postura adecuada. Estos accesorios son sencillos de colocar y pueden usarse en muchos de sillas.
Estar atento de la postura, ya sea de pie, al caminar o al estar sentados, para que la espalda esté en una posición adecuada y no encorvada.
Evitar cargar objetos pesados y no excederse en el ejercicio.
Al agacharse, doblar las rodillas para encorvar lo menos posible la espalda. Evitar, al mismo tiempo, girar la cintura.