¿Qué es la sentadilla asiática y cómo puede ayudarte a bajar de peso?

Aunque estamos en temporada de celebraciones navideñas y de fin de año, lo que por supuesto implica mucha comida deliciosa, algunos ya están planificando proyectos y propósitos para 'perder algunos kilitos demás' en el 2026. 

Y, si tu objetivo es comenzar el Año Nuevo con un plan de vida más saludable, a continuación vamos a compartirte un ejercicio que puede ayudarte, no solo a bajar de peso, sino a mejorar la postura, así como la movilidad de tus tobillos y caderas, además de fortalecer tus piernas y glúteos; nos referimos a la sentadilla asiática. 

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¿Qué es la sentadilla asiática y cuáles son sus beneficios? 

La sentadilla asiática consiste en una postura profunda que se realiza de cuclillas, para la cual hay que posicionar los talones en el suelo, mientras que el cuerpo queda completamente abajo. 

Este tipo de postura es bastante común —hablando culturalmente— en Asia, pues se emplea para descansar o realizar ciertas tareas diarias. 

Además de ayudar a fortalecer los músculos y la flexibilidad de las articulaciones, la sentadilla asiática también puede beneficiar a la digestión, lo que, a su vez, mejora el metabolismo, haciendo que bajar de peso sea más sencillo. 

Algunos confunden dicha postura con las sentadillas regulares que se implementan en las rutinas de ejercicio; sin embargo, tienen ciertas diferencias que son clave para su beneficio. 

Y es que mientras en las sentadillas regulares las caderas quedan paralelas al suelo, en las asiáticas las caderas bajan mucho más que las rodillas, alcanzando casi el sueño. La profundidad en este tipo de sentadilla hace la diferencia respecto a sus beneficios. 

¿Cómo hacer las sentadillas asiáticas? 

A continuación vamos a explicarte cómo puedes hacer las sentadillas asiáticas, incluso si nunca has hecho un ejercicio similar. 

• Primero, te recomendamos apoyarte de alguna pared o barra si nunca has hecho un ejercicio similar. 
• Separa los pies de tal modo que queden paralelos al ancho de tus caderas y saca ligeramente las puntas hacia afuera. 
• Una vez que has separado tus pies, baja lentamente hasta que tus caderas queden lo más bajo posible, tal y como si fueras a sentarte en una silla muy baja. 

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Es un método que no requiere excederse en el ejercicio

• Los talones son pieza clave en este ejercicio, pues es necesario que los mantengas apoyados firmemente al suelo. Si este paso se te dificulta, puedes acomodar tus pies o buscar un apoyo cerca, como una pared. 
• Un punto importante es que mantengas la espalda relativamente recta, concentrando el peso en los talones y manteniendo el abdomen activo; esto ayudará a proteger la zona lumbar. 

Se recomienda mantener esta posición durante unos segundos o minutos, según tu resistencia.