¿Por qué evitar endeudarte podría estresarte más de lo que crees?
En México, el estrés financiero es un tema que se vive a diario. Si bien muchos lo asocian con las deudas, diversos estudios revelan que la falta de recursos para enfrentar imprevistos puede ser todavía más angustiante.
Pero ¿por qué algunas personas se estresan más al evitar endeudarse que al deber dinero? La respuesta está en cómo funciona nuestra mente frente al control y la incertidumbre.

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El Senado de la República aprobó una reforma a la Ley Federal de Protección al Consumidor que pone fin a los cargos¿Por qué evitar endeudarse también puede causar estrés?
Un estudio publicado en la revista Suma Psicológica señala que las personas con actitudes austeras frente al crédito —aquellas que evitan endeudarse y priorizan el control financiero— experimentan niveles más altos de estrés.
Esto ocurre porque la preocupación constante por “no deber” puede intensificar la sensación de vulnerabilidad ante cualquier gasto inesperado.
En cambio, quienes mantienen una relación más relajada con el crédito tienden a sentir menos ansiedad inmediata, aunque el riesgo financiero siga presente.

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Banxico y la Casa de la Moneda anunciaron cambios en las monedas de estas denominaciones¿Por qué endeudarse da una falsa sensación de control?
De acuerdo con Erika Villavicencio-Ayub, investigadora de la UNAM, obtener un préstamo genera una sensación de control momentáneo conocida como sesgo de acción.
“Cuando enfrentamos incertidumbre, cualquier acción nos hace sentir eficientes, aunque no sea la mejor decisión”, explica.
Así, pagar con crédito puede transformar la impotencia de “no poder cubrir un gasto” en una acción concreta: ya lo resolví, aunque sea con deuda. El problema, añade, es que esta tranquilidad es temporal; la amenaza se posterga y el cerebro la percibe como menos urgente.

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Cada mexicano pagará 43,439 pesos en impuestos el próximo año, 2,023 más que en 2025, por alzas al IEPS¿Qué diferencia hay entre una actitud austera y una hedonista frente al crédito?
La actitud austera busca evitar la deuda a toda costa y suele estar asociada con un mayor control financiero, pero también con más estrés.
Por otro lado, la actitud hedonista considera el crédito como una herramienta para satisfacer deseos inmediatos.
Quienes la adoptan tienden a normalizar el endeudamiento, lo que reduce la ansiedad a corto plazo, aunque puede llevar a problemas financieros más adelante. En otras palabras: unos se estresan por no gastar, y otros por gastar de más.

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¿Qué tan ciertas son estas creencias financieras?¿Qué tipo de estrés genera la falta de dinero?
Villavicencio-Ayub explica que el estrés financiero puede surgir como una amenaza existencial inmediata: no tener para comer, pagar la renta o cubrir necesidades básicas.
Este tipo de estrés es agudo, activa el sistema límbico y dispara el miedo y la ansiedad, ya que compromete la supervivencia. Cuando la deuda traslada esa amenaza al futuro, el cerebro la percibe como menos grave, aunque siga siendo un riesgo.

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Pagar en efectivo, usar tarjetas ajenas o tener gastos fuera de tus ingresos puede activar alertas fiscales¿Cómo transformar la ansiedad financiera en gestión emocional?
La especialista señala que redefinir el estrés financiero es posible si se cambia la percepción: pasar de la impotencia a la planificación.
“Cuando conviertes la ansiedad por escasez en ansiedad por gestión de obligaciones, sientes que recuperas el control”, explica.
Este cambio cognitivo permite manejar mejor las emociones y ver las deudas como compromisos organizables. Sin embargo, advierte que la clave está en el equilibrio: usar el crédito con inteligencia y reconocer cuándo una deuda realmente vale la pena, ya sea para construir un patrimonio o alcanzar una meta importante.